
Hoy hablaré sobre uno de mis temas favoritos, el Amor, no como lo ve mucha gente hoy en día, sinó como lo que es, la causa primera de nuestra existencia. Sin este Amor verdadero, no puede haber felicidad. El amor es energía, como todo lo que existe, pero es la más sutil de las energías existentes. Cuando aprendemos a amar a los demás, y a ver en ellos su naturaleza divina, sólo así descubrimos la verdadera naturaleza del Amor.
El Amor, no es la posesión, ni el control, sobre nada ni nadie, el Amor, es el deseo de libertad y felicidad incondicional de lo amado, sin apegos, sin intereses, entendiendo nuestra unidad con lo amado, y entendiendo, que lo amado, reside dentro de nosotros, al igual que el universo entero, sólo debemos buscarlo en nuestro corazón, la fuente de nuestro microcosmos.
Cuando hablamos de amor, mucha gente lo entiende, como el enamoramiento sobre una persona del otro sexo, o del mismo, produciéndose un gran apego sobre esta otra persona. Es típico escuchar frases tipo, ‘No puedo vivir sin ti’, ‘Sin ti no soy nada’ o ‘Eres el sentido de mi vida’, estas implican, una dependencia emocional y un apego a la otra persona, privándonos de nuestra libertad, y causándonos sufrimiento (recordemos que el apego, es la causa de todo sufrimiento, según el hinduismo), sobre todo cuando las cosas, no funcionan como deseamos. También existen otros tipos de amor apegado, por la familia, por los amigos, por el resto de la gente, cuando no se desea la libertad, ni la felicidad incondicional, y se busca solamente satisfacer nuestro Ego.
Es increíble, crear el flujo de amor, con todo lo que nos rodea, percibir que ésta, es la causa primera de nuestra existencia, el Amor a la unidad, de la que todos formamos parte, sintiendo lo que somos, un todo, cuando creo causas negativas, éstas producen efectos negativos sobre el todo pero, cuando creo causas positivas, siendo el Amor la mayor de ellas, éstas incidirán sobre el conjunto, del que todos formamos parte, haciéndonos evolucionar juntos.
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