Tú, ¿de qué tipo eres? (Jung, 2ª parte)

¿Introvertido o extrovertido?

La personalidad de un sujeto se caracteriza por estar orientada hacia el interior o hacia el exterior: la energía del introvertido fluye con más naturalidad hacia su mundo interno, entretanto la del extrovertido se enfoca hacia el mundo externo. Sin embargo, Jung manifestaba que nadie es completamente introvertido o absolutamente extrovertido, si bien cada individuo trata de favorecer una de ambas actitudes y obra, ante todo, en función de esa intención. Dado que las dos mutuamente excluyentes, y en ocasiones es más adecuado mantener una de ellas, Jung estableció que lo ideal es que el sujeto sea flexible con el fin de adoptar un equilibrio introversión-extroversión.

Veamos cómo eres…

1. Los introvertidos. Se interesan por sus propios pensamientos y sentimientos. Por su fuero interno en una palabra. Muestran una tendencia clara hacia la introspección y la reflexividad. El peligro potencial de este tipo de personas es el de sumergirse excesivamente en su mundo interior y perder contacto con el medio circundante (despistados, olvidadizos, demasiado desconfiados, etc.).
2. Los extrovertidos. Se interesan por el medio entorno, la gente y los objetos. Tratan de ser sociales y mantener un pleno conocimiento de cuanto les rodea. Su problema es que corren el riesgo de ser dominado por las apariencias y perder contacto con sus procesos internos (carentes de opinión propia, excesivamente confiados, poco reflexivos, etc.).

Busquemos otras características…

Jung establece cuatro funciones psicológicas fundamentales: pensamiento, sentimiento, sensación e intuición. Todas las personas poseen las cuatro si bien más o menos desarrolladas, y cada una de ellas puede experimentarse de forma introvertida o extrovertida.

1. Pensamiento y sentimiento: En opinión de Jung son formas alternativas de formar juicios y tomar decisiones.

• El pensamiento está estrechamente relacionado con el binómio verdad-falsedad, con los juicios que se derivan de criterios impersonales, lógicos y objetivos (la coherencia y los principios abstractos son altamente valorados). Jung denomina tipos pensantes a aquellos individuos en los que predomina esta función. Son sujetos que planifican bien, pero a menudo se aferran a sus planes y teorías aunque la realidad les muestre evidencias que las contradicen.

• El sentimiento toma decisiones en función de los valores que el individuo tiene. De esta manera, se basa en las consideraciones personales de lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto o lo agradable y lo desagradable. Los tipos sentimentales son aquellos que se enfocan hacia los aspectos emocionales de la experiencia. Suelen preferir las emociones fuertes o intensas (aunque sean negativas) a cualquier clase de experiencia aburrida o insípida.

2. Sensación e intuición: Son caracterizadas como formas de recoger información en oposición a la forma de tomar decisiones.

• La sensación se refiere al enfoque sobre la experiencia directa, concreta y tangible, la percepción de detalles, los hechos concretos. En suma, lo que se puede ver, oler y tocar. Los tipos sensibles muestran una clara tendencia a responder a la situación inmediata y suelen tratar eficazmente toda suerte de crisis y emergencias. Por otro lado, trabajan mejor con herramientas y elementos materiales que con las ideas.
• La intuición es una forma de procesar la información en términos de experiencias pasadas, metas futuras y procesos inconscientes. Las implicaciones de una experiencia concreta (lo que podría pasar) son más importantes que la experiencia real en sí misma. Los tipos intuitivos procesan la información de manera rápida y eficaz, la relacionan correctamente con experiencias pasadas e inmediatas. Dado que suelen categorizar en función del material inconsciente, su pensamiento parece funcionar a saltos.

Todo individuo combina las cuatro funciones, con lo que obtiene un enfoque bien redondeado del mundo. El problema reside en que nadie desarrolla las cuatro por igual. Al contrario, todo sujeto posee una función dominante muy fuerte y otra, auxiliar, parcialmente desarrollada. Las otras dos funciones se presentan de manera inconsciente y operan con una efectividad menor. Cuanto más desarrolladas y conscientes estén las funciones dominantes y auxiliares, más profundamente inconscientes serán las funciones contrarias.

Conócete a ti mismo y conocerás a los demás. (Continuará)