
Todos somos uno, cuando una persona actúa con nosotros de determinada manera, esto es un reflejo de lo que ocurre en nuestro interior, por lo cual, cada vez que tenemos algún conflicto o problema con alguien, debemos de aprender a observarnos a nosotros mismos. Esto no quiere decir que debemos dejar que los demás nos avasallen a su antojo, muchas veces debemos de actuar con sentido de equidad, pero antes de nada, debemos de mirar en nuestro interior, y no marcados por nuestro Ego, ya que este es parcial, y siempre mirara por nuestros intereses en lugar de por el bien común.
No debemos de juzgar los actos de los demás, ni proyectar nuestra mala energía sobre ellos, recordemos que esta, viene devuelta a nosotros como un boomerang. También el hecho de no perdonar, puede causar estrategias psicológicas o de guerras de energía, entre las dos partes afectadas. El amor debe de fluir, hacia todo, pero, es muy difícil perdonar a quien mas lo necesita, que normalmente son nuestros “enemigos”.
Hay gente que también tiene a culparse a ellos mismos, esto es muy perjudicial, ya que puede generar en ellas una proyección de energía negativa sobre si mismas, por lo cual, estas personas tienden a crear conductas autodestructivas, que pueden ser muy perjudiciales para la salud, las relaciones con los demás y otros muchos ámbitos de la vida.
Aprendamos a perdonar, a nosotros y a los demás, simplemente actuemos con equidad ante todo. Todos los errores que cometemos, son lecciones para aprender, nadie merece un castigo por estos. Recordar que existen unas leyes universales, que son las que generarán los efectos a todas las causas que generamos. Aprendamos a perdonar a los demás y a nosotros mismos, como se dice en la Biblia “Juzga y serás juzgado”. Vivamos en la vibración del perdón, y la armonía llegará a nosotros.
No debemos de juzgar los actos de los demás, ni proyectar nuestra mala energía sobre ellos, recordemos que esta, viene devuelta a nosotros como un boomerang. También el hecho de no perdonar, puede causar estrategias psicológicas o de guerras de energía, entre las dos partes afectadas. El amor debe de fluir, hacia todo, pero, es muy difícil perdonar a quien mas lo necesita, que normalmente son nuestros “enemigos”.
Hay gente que también tiene a culparse a ellos mismos, esto es muy perjudicial, ya que puede generar en ellas una proyección de energía negativa sobre si mismas, por lo cual, estas personas tienden a crear conductas autodestructivas, que pueden ser muy perjudiciales para la salud, las relaciones con los demás y otros muchos ámbitos de la vida.
Aprendamos a perdonar, a nosotros y a los demás, simplemente actuemos con equidad ante todo. Todos los errores que cometemos, son lecciones para aprender, nadie merece un castigo por estos. Recordar que existen unas leyes universales, que son las que generarán los efectos a todas las causas que generamos. Aprendamos a perdonar a los demás y a nosotros mismos, como se dice en la Biblia “Juzga y serás juzgado”. Vivamos en la vibración del perdón, y la armonía llegará a nosotros.
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